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Diario de una investigación en El Ejido. Parte III


En este diario quiero reflejar el enorme esfuerzo de un equipo de investigación que trabajó muy duro para descifrar una realidad que hasta ese momento nadie conocía. La eficacia respondía a uno de los principales objetivos de nuestro trabajo. Con un proceso judicial abierto con la Operación Poniente y constantes noticias salpicando la actualidad mediática, era de gran importancia la concentración de la recogida de datos (siempre lo es) para que todos los entrevistados manejaran la misma información y, por tanto, el estudio no pudiera ser falseado.

Parte del equipo había estado trabajando en El Ejido núcleo desde el primer día, mientras el resto se desplegaba por las diferentes zonas de este disperso municipio.

En Almerimar, donde el PP recibía apoyos constantes, la preocupación principal apuntaba ala proyección del turismo: “la gente que viene no sale de su casa, hace poco gasto, necesitamos un turismo que se mezcle con nosotros, que deje dinero”. En este mismo sentido, otro vecino comentaba la necesidad de implementar medidas y proponer actividades para “dar vida a Almerimar”.

Los que declaraban que volverían a votar a Enciso apelaban a lo emotivo, “lo conozco desde que era pequeño, ha hecho mucho por el pueblo, todo es una trama para quitarlo de la circulación”.
Otro entrevistado defendía al alcalde apelando a su humanidad “vino al entierro de mi padre, lo votaré siempre”.

El ambiente en el centro de El Ejido era muy agradable, el ajetreo normal de fechas prenavideñas, compras, preparativos para cenas de empresa y la feria del libro en el bulevar, este era, precisamente, nuestro punto de encuentro en la ciudad en las últimas sesiones de trabajo.

Los datos seguían llegando y perfilaban unos resultados que en algunas cuestiones quedaban muy claras: el PP no solo iba a ganar las elecciones sino que a 6 meses de la cita con las urnas coqueteaba con la mayoría absoluta, el PSOE - perjudicado por el desgaste del Gobierno nacional y por la muy nombrada floja actitud de Guadalupe Fernández-, tendría suerte si mantenía la misma representación, el PAL se hundiría de manera rotunda e IU volvería al consistorio con una opción real de obtener dos concejales.

Pero un profesional no puede ni debe quedarse con la mera respuesta, debe descifrar lo que esconden las preguntas. De ahí que los cuestionarios sean cuidadosamente diseñados y adaptados a conseguir extraer el máximo de información sobre lo que la gente opina.

Mientras se acometían las entrevistas finales, otro dato irrumpía con fuerza,  el 40% de las personas que habían votado al PAL nunca apoyaría al PSOE o a IU, un 18% de esos mismos votantes declaraba abiertamente que su voto, en esta ocasión, se iría al PP. Todo empezaba a encajar.

Acabado todo llegaba la hora de tratar los datos, la codificación había sido paralela al trabajo de campo con la idea de obtener conclusiones en el menor tiempo posible. Los fríos resultados confirmaban nuestras sensaciones durante todos esos días, PP se asentaba en los 13 concejales, PSOE llegaba a los 6, PAL se quedaba en 4 e IU podría llegar a 2. Un 70% de los entrevistados creía que Enciso tenía que haber dimitido y, ante la pregunta sobre la gestión de cada partido en procesos como los de Elsur o la Operación Poniente,  un aspecto importante: las respuestas no arrojaban luz, es decir, poca gente atribuía diferencias a los partidos en la gestión de estos conflictos, pese a que los servicios públicos destacaban en El Ejido núcleo como preocupación fundamental.

Una semilla también comenzaba a crecer, el candidato Paco Fernández – en aquel momento aún no asociado por la mayoría a ningún partido- se presentaba con un margen de mejora importante.

Finalizado el trabajo y redactado el informe, dos aspectos nos despertaron inquietud: el 25% de indecisos y la lejanía con el 22 de mayo, fecha electoral. Por ello, tras la última reunión adoptábamos la decisión –casi sin hablarlo- de regresar el mes de abril para realizar un nuevo estudio, esta vez ampliando la muestra y acortando distancias con el 22-M. A partir de ese momento, con unos resultados que no dejaban lugar a dudas en lo que al ganador de las elecciones se refiere, la realidad política ejidense ponía a prueba constantemente nuestra capacidad de asombro.
Una encuesta es una herramienta de trabajo y, en este caso, para los políticos un instrumento eficaz para conocer cómo y dónde se encuentra. Es la mejor opción que existe en política para tomar el camino correcto. Pero ante nuestro asombro, en El Ejido -quizá por no tener nuestro estudio o no saber interpretarlo- ninguna fuerza política actuó como debía. Unos, los protagonistas de las últimas páginas negras de la historia de El Ejido,  creyéndose ganadores en la reelección, otros pensando en lograr una victoria que solo podía ocurrir en sus sueños y los terceros, con el partido más que ganado, actuando como si tuviesen que remontar.

Lo que poca gente conoce es que, por aquellos meses, el Partido Popular no obtenía la mayoría absoluta, sino estaba muy cerca de perderla.

No queda más remedio que continuar…­­­